En busca del rayo verde

Demasiado tarde para decir que no. Muy pronto para asentir. El momento preciso que nunca llegaba, ya está aquí. La decisión espera en la punta de tu lengua, mientras tus manos realizan el esfuerzo necesario para contenerse, para no actuar. Es el beso que imaginaste. La caricia que albergaba tu piel. La mirada oportuna en el momento preciso. Lo sabes.

Buscaste el rayo verde en el horizonte del anochecer desde el lugar equivocado. Y, ahora, que todo ha cambiado, que la atmósfera es la requerida, que la luz es la suficiente para contemplar la belleza, que el silencio propicia la ocasión, ahora…, ahora que todas las señales te invitan a pasar, ahora… es el momento.

Descubre el poder de la libertad y del sentimiento. Redime los sueños que guarda tu alma, como un tesoro, escondidos en el rincón del silencio. Grita. Corre. Mengua tu miedo y recoge pedacitos de cielo, la estela del que elevó el ancla antes que tú, extendió la mano precedente, cedió su hombro para apoyarte, se inclinó a tu oído para decirte: ¡Ánimo! ¡Lo puedes conseguir!

Busca en las huellas de la vida, de tu propia vida, el reguero que deja la experiencia, que surca cada centímetro de tu memoria, dejando el sabor amargo de lo vivido, la dulzura del recuerdo selecto y jugosamente ofrecido, para no olvidar.

Y una vez tomada la decisión. Descuida. El salto al vacío ya no será tan importante como lo que vendrá. La acción firmará tu compromiso con la vida. Alcanzarás la meta y, por un momento, serás consciente de que, al fin, todo merece la pena. Sin miedo.

“Sin miedo, lo malo se nos va volviendo bueno, las calles se confunden con el cielo, y nos hacemos aves, sobrevolando el suelo” (Rosana)

2015-12-08 17.53.43

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1 Response to En busca del rayo verde

  1. Rox says:

    Gracias, amiga. No sé cómo lo haces pero a veces parecería que lees mis pensamientos… o tal vez es que me resulta muy fácil amoldar tus palabras a las ideas que bullen por mi cabeza. Sea como sea, gracias por tus reflexiones, porque con ellas me invitas a tomar decisiones, das una palmada a mi rutina, un empujón a mis miedos… en fin, gracias… tantas veces… siempre…

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